Druky Playfields implementó un plan de mantenimiento intensivo y meticulosamente diseñado para el evento. Esto incluyó un monitoreo constante del estado del césped, cortes precisos y frecuentes para mantener la altura óptima exigida por la FIFA, programas de riego ajustados a las condiciones climáticas y al uso del campo, fertilización estratégica para asegurar la nutrición y resistencia del césped, y la implementación de técnicas de recuperación rápida entre partido y partido. Gracias a este trabajo dedicado y a la experiencia del equipo, el campo de juego del Estadio Madre de Ciudades cumplió consistentemente con los altos estándares de la FIFA, proporcionando una superficie de juego de primer nivel para todas las selecciones participantes y contribuyendo al éxito del torneo.